¿Será la carta fuerte del PAN al Senado?

Para Jesús Marcelo de los Santos Fraga, ex gobernador potosino, el PRD en San Luis Potosí es un partido sin potencial, sólo con fortaleza personal en una familia que controla toda su estructura. Sin embargo, las alianzas son la única vía que le puede dar al PAN la posibilidad de triunfo en el 2018, pero en donde el candidato deberá ser obligadamente panista o, de lo contrario, se consideraría como una derrota.
Con un alto perfil empresarial, el ex gobernador reconoce que el panorama político pinta demasiado difícil para el PAN, tanto en el ámbito local como nacional y por ello tiene interés en ser candidato a Senador de la República.

Su trayectoria política no tiene largo trazo, pues se dedicó al sector empresarial, fue asesor de proyectos de financiamiento, jugador profesional de fútbol y catedrático de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En 1997 se inscribió como militante del PAN y se postuló para Gobernador de San Luis Potosí, quedándose a un punto porcentual de ganar.
Sin embargo, se reconstruyó a sí mismo y en el año 2000 se lanzó como candidato blanquiazul a la Alcaldía de San Luis Potosí, en donde ganó y con una alta aprobación popular, en el 2003 decidió ir nuevamente en pos de la gubernatura y esa vez, triunfó, para convertirse en el primer jefe del Ejecutivo albiazul en la historia, derrotando a Luis García Julián por el PRI y a Elías Dip Ramé, por el PRD.
En su mandato como gobernador, dio el sello de distinción como gran constructor y gestor de nuevas empresas de corte mundial para San Luis Potosí Capital. Una de ellas, la General Motors, que generó miles de nuevos empleos en etapas de construcción y operación.
De igual forma, alentó el nacimiento de nuevos hoteles como el Hotel Camino Real, construyó el Centro de Convenciones, el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes, el Hospital del Niño y la Mujer y el de Soledad.
Sin embargo, en las postrimerías de su gestión, desató el escándalo al solicitar y obtener del Congreso del Estado, una autorización para contraer un crédito por 1,500 millones de pesos del Banco del Bajío, de los cuales nunca hubo un destino certero sobre su utilización, pues contagió al gobierno entrante del doctor venadense Fernando Toranzo Fernández del mal, al recibir esta gestión una buena parte de esos fondos.