- Los potosinos vivimos a merced del hampa: Josefina Salazar.

- No vemos al gobernador ni a todo su Gabinete firme, acusó.

“El noventa por ciento de los potosinos se siente inseguro en San Luis Potosí. Vivimos a merced del crimen, del desorden, la violencia y la inseguridad y no hay quién pueda poner orden aquí”, fustigó la diputada panista Josefina Salazar Báez.

Al cuestionarla sobre el incendio provocado, que acabó con el restaurante “La Cabaña de Pecos”, uno de los más tradicionales en la Capital Potosina, la legisladora dejó en claro que la seguridad pública en San Luis Potosí es letra muerta.

“Es muy lamentable lo que está pasando en San Luis Potosí, estamos viviendo a merced del crimen, del desorden, de la violencia, la inseguridad y lamentablemente no hay una autoridad que salga a dar la cara. No venos a un gobernador que se muestre firme, ni a un secretario general que salga a decir que vamos a estar bien”, añadió.

Le dimos, destacó Josefina Salazar, el voto de confianza al Secretario de Seguridad Pública Jaime Ernesto Pineda Arteaga, que pese a ser nuevo y aunque sabemos que los cambios son difíciles, es un hecho que el trabajo coordinado se tiene que realizar.

El gobernador -Juan Manuel Carreras-, tiene que garantizar la seguridad a los potosinos. Hoy lamentamos lo que estamos viviendo; los que vivimos aquí, que tenemos a nuestras familias no vivimos seguros.

La parlamentaria resaltó que en la última encuesta del Inegi, los datos fueron reveladores, pues estamos hablando de que el 90 por ciento de los potosinos dijo sentirse inseguro.

“Esto va más allá de lo que pueda decir el Ejecutivo Estatal, pues aunque él dijo sí podía caminar tranquilo por las calles de San Luis Potosí, la realidad es que el noventa por ciento de los potosinos no se sienten así”, concluyó la Diputada Josefina Salazar.

La entidad potosina está envuelta en una ola de crimen que incluye secuestros, levantones, ejecuciones, extorsiones, bombazos, incendio de negocios, robo de cajeros automáticos, asaltos, robos a casa-habitación, asesinatos, robo de autos y diversos delitos de orden común a la alza, sin que la autoridad articule algún operativo o procedimiento para inhibir su crecimiento.