- Diputado misógino que dice defender a las mujeres

Llama la atención que uno de los partidos (PRI) ha propuesto un sinfín de acciones para lo que se llama igualdad de género y el respeto hacia las mujeres, el Presidente de la República Enrique Peña Nieto y demás funcionarios de envergadura han condenado los ataques verbales y físicos en contra de las mujeres, y que sea un diputado quien rompa las reglas.
Y es que las actitudes misóginas del diputado local José Luis Romero Calzada son más que impermisibles en una curul en donde se supondría debería de empezar el respeto a las mujeres para que la ciudadanía lo hiciera también, sin embargo al parecer el señor no conoce la palabra y mucho menos la mamo en el seno familiar, al decir la diputada Josefina Salazar es una cínica y que se denigra como mujer para obtener puestos políticos e incluso mencionar que “me da asco”.
Si bien este señor ha sido uno de los diputados que ha dejado mucho que desea en su forma tan vulgar de estar en la curul, donde lejos de tomarla como algo serio, la ha tomado como carpa de circo y está por demás que al menos por el hecho de ser mujer, la diputada y el resto de las mujeres merecemos respeto.
Y el PRI en este caso su dirigente Estatal Martín Juárez debería de ver las actitudes de su diputado y exigirle que respete a las mujeres, suficiente tenemos que aun después de muertas nos anden endilgando un montón de cosas para tolerar que un misógino no pueda entender que una mujer puede llegar a donde quiera con sus propios medios y por su inteligencia, bueno esto último, es algo que no conoce el señor.
Es increíble que en pleno siglo XXI exista aun hombres como Romero Calzada que piensen que las mujeres solo debemos estar en la casa, es lamentable que su cerebro tan pequeño le permite entender solo ese punto, pues no, hoy las mujeres están en todos los peldaños políticos, están en todos los espacios inimaginables sin tener que denigrarse, a lo mejor lo dice por experiencia, decía el abuelo, el que da fe del camino es que andado lo tiene y puede que él sí, tuvo que denigrarse por un puesto político.